El Aceite de Argán es un excelente producto para el cuidado del cabello. Por sus propiedades, está especialmente recomendado para los cabellos castigados por el sol, los tintes o por los efectos deshidratantes de los baños de mar y del cloro. Esto es debido a su alto contenido en ácidos insaturados, que hace que el pelo se hidrate en profundidad, recuperando así su brillo natural. Además, el aceite de Argán tiene un alto contenido en vitamina E hace que el cabello crezca más fuerte y brillante, ideal para cabellos secos o resquebradizos. El aceite de Argan está especialmente recomendado para personas con problemas en el cuero cabelludo como ecemas o caspa, ya que hidrata en profundidad y tiene propiedades que evitar los enrojecimientos de la piel. También podemos hacerlo de manera "casera" añadiendo unas 15 gotas de aceite esencial de Argán a nuestro champú habitual neutro. El aceite de Argán también se conoce con el nombre del oro líquido del desierto de marruecos. Este aceite esencial se extrae de un árbol que sólo crece en Marruecos y que ofrece un aceite fino y dorado. El aceite de Argán contiene un gran porcentaje de ácidos grasos insaturados, vitamina E y polifenoles. Por lo tanto, es una gran ayuda en la lucha contra los radicales libres, responsables del proceso de envejecimiento de nuestra piel. Gracias a la Vitamina E, nos ayuda a prevenir la deshidratación cutánea. El resultado del uso cosmético del aceite de argán es una piel más hidratada, menos arrugas y más elasticidad y flexibilidad, es decir, una piel rejuvenecida. Usado en uñas y cabello, el aceite de Argán logra que sean más fuertes y resistentes, evitando la rotura, además, aporta un brillo inconfundible. Puede ser utilizado por todo el mundo, ya que es hipoalergénico. Las pieles más sensibles tampoco se verán irritadas por su uso.